Los recuerdos suelen ser buenos compañeros pero, también ¡suelen ser muy egoístas! si te quedas en ellos ya no te quieren soltar.
Son también cizañeros; te meten miedo para que no te den ganas de avanzar es como si te dijeran: estabas tan cómoda aquí, ¿por qué aventurarte? ¿por qué cambiar?Recordar es una cosa pero temer a que pase lo que ya pasó es otra muy diferente. ¡Tuve pánico, me paralicé!
La rapidez de la vida me recuerda a un pequeño hámster en su ruedita, no le da tiempo de bajar a beber agua, no da tiempo de digerir lento y... ¡Vaya que todo ha pasado tan rápido!
Es mejor mantener lo recuerdos guardados bajo llave, y echar un vistazo sólo para sonreír y ver que lo tiempos de hoy son mejores.¡Eso fue!Hoy ¡Es!Ningún recuerdo me tendrá jalando de mi pantalón nunca más.
Porque lo dejaré ir a donde debe, ¡No junto a mí! ¡No siempre! sino cuando yo quiera volverlo a mirar.Dejar ir es dejar entrar.
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