Temí transitar un nuevo camino, me detenía ese pensamiento de no parecer grosera o tal vez simplemente era cobardía.
Hoy son nuevos senderos los que me anime a transitar, hoy son nuevos soles los que tocan mi ventana.
Ya no hay piedad, ya mis pensamientos no usan segunda persona, hoy soy yo, quien debe vivir, quien debe atreverse a ser feliz, hoy son mis pasos lo que decidirán seguir mis latidos, ya no hay razón de detenerme, ya no hay motivos para tener compasión, si al final quien debe tenérselo no se lo tiene entonces porque detener mis pasos enfrente de quien no se lo merece.
Me espera nuevos bríos, me esperan nuevas aventuras en donde yo seré su intérprete y tendré el mejor papel.
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