Siempre hemos dicho que nos contaríamos toda la verdad aunque esta doliera, ¿te acuerdas?. Pues bien, tengo que confesarte que hasta hace poco estaba seguro que me gustaba todo, absolutamente todo de ti, pero no voy a engañarte, hay algo que me hace daño, y que además se ensaña conmigo cuando no estás, TU AUSENCIA.
Tu ausencia es despiadada y cruel, ella se aprovecha de mí, en mis horas solitarias, pero ahora que nuevamente me encuentro solo pienso en el tiempo que juntos hemos compartido, en lo que hemos vivido, en las sensaciones que se encienden cuando estoy a tu lado, abrazando este sentir tan real, aunque distante, pero con el deseo y la esperanza de que algún día nos acerque para no separarnos mas.
Cada vez que recuerdo tu tierna y sensual mirada imagino mi cuerpo desnudo sobre tu pecho sintiéndote palpitar y oyendo tus latidos agitados, tus manos estrechándome hacia ti evitando que me levante amándonos incansablemente.
Cada vez que te miro creo adivinar tus deseos mas silenciosos y me doy cuenta de que el pliegue de tus labios son el lienzo escrito de tus ansias, quiero que sepas que mis manos al tocarte despiertan mil sensaciones en mi, y al cerrar mis ojos trato de memorizar cada sendero que recorro con las yemas de mis dedos tu cuerpo
Y cada vez que tus labios sorben de los míos el elixir dulce de la miel, te pienso y te deseo, te deseo y mi cuerpo se excita, jugando mis dedos en tu pecho agitado, así como cuando tus manos me abrigan por completo, extraño tus dedos jugando con mi cabellera, cuando estas a mi lado se disipan mis miedos, nuestra piel estalla y vibra, el deseo aflora y nos hacemos el amor incansablemente.
Te amo, te deseo y te extraño.
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