¿Qué hiciste, mi niño travieso?...

¿Qué hiciste, mi niño travieso?

¿Qué hiciste, mi niño travieso?
Este corazón late por tu culpa, se convirtió en un impetuoso y rebelde que solo deseea escucharte.
¿Qué hiciste, mi niño atrevido?
Las lanzas del reloj, revertiste llevándome a resucitar unos sueños en decadencia que, como dinamita, encendiste…
¿Qué hiciste de mis noches?
¡Las estoy pasando en vela!
¿Qué hiciste en mis sábanas, que cada que rozan mi piel...tu imagen, entre ellas, se cuela?
¿Qué hiciste de mis días, que punzan por escucharte otra vez?
Incitas a mis labios buscarte y obligas a mi deseo arraigar en cualquier lugar que tú estés!
¡Deja de devorarme el juicio y de alimentarme la imaginación!
¿No ves que desestabilizas la firmeza que me esfuerzo por tener en el alma y en el corazón?

Estás aquí, en este corazón haciendo el sentimiento, elocuente
manifiesto, empeñado en llevarme de tus manos hacia la plenitud de vivir en tus sueños, estás sobrado de pasión y dulzura envolviéndome cotidianamente.
Vuelas en mi mente, juegas a ser y no ser en mi pensamiento voy en el tuyo acompañándote, aún sin saberlo.
Me robas el aire y me obsequias tu calor que amanece conmigo fundido, dejas tus manos jueguen a ser mariposas revoloteando dulcemente sobre esta flor desnuda.
Sin rutina ni casualidad, es simplemente tránsito obligado para el sueño y tropiezo de aurora entre mis brazos, silencio de amor, amor crecido con el paso del tiempo, desmesura, deidad, interminable ternura jugando entre mi pelo, sabor a cielo arco irisdiscente, supremo..