Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a perder o a ganar. Tampoco quiero una muralla para repeler las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo. Fortaleza para resistir en silencio cosas como la injusticia, el infortunio, la tristeza, los equívocos, las incomprensiones.
Vence el miedo y la ira que hay en ti. Deja entrar dentro de ti una luz clara que vaya fundiendo el hielo de tu corazón. Eso es volverse fuerte de verdad.
Me dolió, pero aprendí algo nuevo: a no confiar demasiado, a no dar tanto cariño y a ser consciente de que siempre habrá una mentira.
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