Las cosas más bonitas son aquellas que vienen con naturalidad, sin pedir nada a cambio. Las puestas de sol, una tarde de lluvia en compañía de los amigos, el abrazo del ser amado y el consejo desinteresado de alguien en quién siempre se puede confiar. Guarda todas estas cosas en lo más profundo de tu corazón y te darás cuenta, de que nunca estarás solo.
A mí el mal genio se me nota en la cara, en la forma de hablar, de mirar, de respirar y en las ganas de querer matar, pero en nada más.
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