Como un niño soy delante de ti, Tú eres el creador y yo la creación.
Tú nos creaste, nos formaste, entretejiste nuestra piel, viste nuestro nacer y nunca te has apartado de nuestro lado sino que estuviste pendiente a cada acto, a cada palabra, esperando que te reconociéramos otra vez.
Crecimos y nos apartamos de Ti, dejamos a un lado tu tierno abrazo y tu dulce compañía, nos sentimos desamparados y no sabíamos porque, comenzamos a sentir el vacío de Tu ausencia y no lo comprendíamos.
Hasta que ese día llegó, el día en el cual ya no dábamos más, el día en que el peso de nuestros pecados se hizo insoportable, el día en que por fin nuestro corazón de piedra se quebrantó y por un instante te recordamos, pero ese instante fue suficiente para cambiar toda nuestra existencia.
Oh, que dulce día en que por fin volvimos a tu tierno abrazo, regresamos a tu dulce presencia, y al estar junto a Ti, nuestro corazón cambió, al sentir tu tierno abrazo la paz nos embargó.
Vivir junto a Ti es reconocer que Tú eres nuestro Padre, vivir junto a ti es saber que cuando los problemas vienen hacia nosotros, hay un Padre con los brazos abiertos dispuesto a cuidarnos y protegernos.
En tu abrazo es donde me siento seguro mí amado Dios, en tus brazos puedo sentirme confiado aunque la tierra se estremezca, en tu dulce compañía puedo saber que no importa que pase Tú siempre me sostendrás.
Jesús abrázame y no me sueltes, que pueda sentir cada latido de tu corazón, que pueda yo sentir el calor de tu compañía, que pueda oír tu dulce voz enseñándome todo aquello que debo aprender.
Gracias mi Dios porque tu compañía me transforma, tu compañía me conforta.
Gracias mi Dios porque al estar junto a Ti hallo paz y descanso.
Gracias mi Dios porque puedo sentir tu abrazo en cada tormenta dándome seguridad, puedo sentir tu abrazo cada vez que las fuerzas me faltan para darme valor, puedo sentir tu abrazo en las tristezas para darme alegría y siento tu abrazo cada vez que me acerco a Ti para que no dude de tu fiel compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario