En las noches frías de la vida
se escucha el llanto de un gorrión
que le canta con dolor a la luna,
su trinar es un canto de amor
y de gran dolor, esa suave
melodía que se introduce
en mis sentidos que me hace
sentir como mío su pesar.
Me uno a su canto y los dos
juntos cantamos bajo la luna
el mismo dolor y el mismo amor.
Miramos la luna unidos, como
queriendo ver a nuestro ser amado
reflejado en su redonda y luminosa
faz, quisiera que con mi canto
y su trinar se alivie nuestro penar
que ambos encontremos consuelo
con solo la luna mirar.
Que nuestros corazones ya no canten
con tanto sentir, que se alivien
nuestras penas que se calme el dolor,
que cuando miremos la luna,
sea con alegría, que cuando nos
bañe con sus rayos luminosos
solo sintamos felicidad, porque lo que
mas quiero es que ese gorrión y yo
jamás volvamos a llorar por amor.
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