Y las musas que inspiran velaron tus primeros sueños
y las furias abdicaron ante el tiempo que te perpetúa
y acaecía música en instantes del silencio pereciendo
y lloraba el cielo… sobre el arociris de sueños nuevos
y era magia… de un destino hilando en su ajada rueca.
Porque fuiste signado por una vida… que te respira
¿De dónde vienes hoy corazón?
Tan cargado como una eñe triste
que mira con resignación su carga.
¿De dónde has sacado esa nostalgia
de vocales infantiles
oxidadas por el tiempo?
¿Acaso
buscas en el abecedario incierto de la vida
la palabra futura
que te despierte y que te duerma
con la misma calidez?
No te engañes corazón
la palabra que te ha de dar la vida,
no has de nombrarla tú.

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