Cuanto daría por tropezarme contigo,
Después de tanto tiempo en una calle
sin salida,
Donde solo tengas la oportunidad de
preguntarme a mí,
¿Para dónde cojo?
Si mi mundo eras tú,
El mismo se me desvaneció de mi universo,
Como las nubes que apresuradas se las lleva
el viento sin rumbo fijo.
Invitarte a caminar por la playa de un mar lejano,
Donde nuestras huellas borren las olas,
Donde el susurro y el ruido del mar con su risa
pícara,
Sean el único testigo del intento de un nuevo día,
Con su amanecer engalanado por un gajo de estrellas
que alumbren ese sendero por comenzar,
Aquel que se truncó ayer sin explicaciones,
cual hoy no vale la pena volver a preguntar
Por él..
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