Me acostumbre a verte desde siempre.
Consumías entre nebulosas miradas,
Perdidas en las esquinas del tiempo
Las tardes sentado en el andén.
Murmurabas relatos de tu país lejano
Territorio imaginado y alucinado
Donde habías dejado tu cordura olvidada
Y muchos de tus ayeres de olvido
Eras como los mapas viejos
Arrugados y solemnes
Paisaje de muelles y mareas.
Nunca supe tu nombre
Solo que amanecías con el alba
Y regresabas a ese túnel de misterio
Donde van los abandonados.
En que cielo estarás hoy…?
Continuaras consumiendo penas
O serás peregrino de albas nuevas
Sin el pasado y tus ojos de dolor,
Se habrán cerrado en el sosiego…?
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