Sobre tus manos… una ristra de tiempo
aromando ayeres que besan presentes
En tus miradas… un rosario de lágrimas
naufragando las emociones del corazón
Sobre el silencio desvistiendo sollozos
la esperanza desnuda nostalgias ajadas
Sobre la acera de un camino sin rumbos
un sueño peregrina… tu alma y tu vida
“A solas con mi soledad”
Se llenó el pasto de un hartazgo… ocre;
un gris azulado aplastó las sierras;
el aire es lánguido… no trae voces;
las plantan están con sus piernas negras.
Mi lago inmóvil se aferró a la tierra;
mis ojos no lloran… se oxido el alma;
es de fósforo el calor de mis venas;
la soledad… mi amante esta mañana.
¡Qué inmenso! Es inope el espacio;
de su boca y su piel tengo el martirio;
lo bello de ayer tuvo el cansancio;
el ¡te quiero! De su boca… no es mío.
Si no tengo su amor… ¿Para qué vivo?
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