Vivo en el tiempo entre tinieblas, en el rostro acumulando sedas arrugadas, intentando mascar un pasado que no ha de volver jamás.
Dulce niña un día fue que cantaros rompía al sobresalto de su amor. Espurias estaciones que van engañando a este corazón.
Esculpiendo quimeras en esta piedra intentando encontrar en su interior a su amor. Espejismos que se desvanecen ante la fuerza de una realidad.
Voces en mi cabeza entre paredes acolchadas y trajes ceñidos voy reclamándole justicia a mi interior..
que me devuelva mi ayer.
Ya no puedo ocultar más trampas a la luz de esta razón sinrazón y voy muriendo cada día al despertar esperando sus labios poder besar.
Pasillos de muertos, falsas visitas, imaginarias figuras en penumbras.
Enajenación permanente testigo de mi verdad. Y yo mientras me preguntando...
¿Cuándo vas a venir Amor?
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