Amigo, amiga: Uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender a decir las cosas. Es cierto que la verdad debe prevalecer en toda circunstancia, pero el secreto está en cómo la decimos, pues ser honesto no significa decirla tosca o groseramente. Supongo que tú no le dirías a un amigo enfermo: “Amigo, el médico ha dicho que estás muy mal de salud y que la probabilidades de morirte son altas”. ¿Verdad que no?…
Incluso aún en el caso de corregir los errores del resto, debemos hacerlo con amor y mucha sabiduría. De ello puede depender la alegría o la tristeza, la guerra la paz o la guerra, la vida o la muerte.
“La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. Estima a la sabiduría, y ella te exaltará; abrázala, y ella te honrará.

No hay comentarios:
Publicar un comentario