Te encuentro en la sombra que me toca,
En la tarde cuando duermo; en el viaje que comienzo en cada sueño.
Te encuentro cuando estoy conmigo al mirar un cachito de la luna; cuando me sumerjo en mi éxtasis.
Te encuentro con el poder de mi pensamiento que me hace sentirte.
Te encuentro aunque no estés perdida, porque cada segundo eres nueva.
Te encuentro en el camino que yo hago y que siempre me lleva a ti.
Quédate con alguien que sepa cuidarte en los peores momentos, disfrutar en los buenos y amarte en cualquier momento.
No hace falta ser de cristal,
para quebrarse.
Ni de madera,
para quemarse.
Al final, resultamos ser todos lo mismo:
Pedazos y cenizas.
Muchas veces quisiéramos irnos muy lejos, a un lugar donde nadie nos conozca y comenzar de nuevo.
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