Cuando pasas por una serie de eventos negativos en tu vida, y comienzas a pensar que naciste con una mala estrella, porque te sientes agobiado/a por una cadena de circunstancias negativas en las que has perdido continuamente, no te dejes llevar por el pesimismo dando por sentado que eres un perdedor. Todo
Lo contrario, esos sucesos que en su momento te parecían “negativos”, no son más que vivencias necesarias para madurar, pasar a un nivel diferente donde la aceptación empieza a convertirse en el primer paso para ver la vida bajo otra óptica. De pronto, te das cuenta que esos problemas, sufrimientos o pérdidas forman parte del proceso normal de vida, todos aprendemos de esos golpes y salimos más fortalecidos al final. Convencidos de que no todo es tiempo perdido, simplemente porque si miras y comparas el ayer con el momento que estás viviendo, caerás en cuenta que ahora ese “dolor” se transformó en sabiduría de vida.

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