La vida me da y me quita se convierte en un abanico de sensaciones, clava en mi pecho esos sentimientos que huelen a melancolía.
Se pinta de colores tiñendo mis días, me mancha de tristezas y alegrías.
Se funde en mi piel dejando sus matices, renacen mis sentires haciéndose cómplice del día.
Son esos tonos que tiñen mi ser, son sus esencias que pigmentan mi tez.
Traza sus gamas y me convierte en su obra más deseada.
Me dibuja sus sentimientos y me hace esclava de su proyecto, convirtiéndome en un arco iris de esperanzas.
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