La desconfianza amenaza mis días, mis latidos desconfían de la brisa que despierta mis sentidos.
Abriré mi camino aun cuando ni siquiera mi sombra sea leal, son mis sentires los que prefieren estar alertas, son mis heridas las que me atraparon en su calvario.
Todo ha cambiado, todo se vestirá de duda ante mí, porque ya ni en el mismo aliento creo.
Mis ojos no miraran solo lo superficial, se internaran hasta el alma y aguarda cuando descubra que intentas engañarme, disfrazándote de falsos sentimientos, porque ya se fue el respeto, ya no hay dudas ni cobardía, ya no me temblara la vos para repudiarte.
Llego el tiempo que ustedes mismo han forjado, ahora mis pasos son desconfiados, ahora soy otra y se los debo a tanta crueldad que ustedes mismo me han sembrado, en este corazón que un día fue inocente y considerado.
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