Se fue por la calle que mira a lo lejos
y nunca sus pasos, volvió a regresar,
se fue de mañana, con pasos muy quedos,
temiendo sus pasos… los sueños turbar.
Marchó con los vientos, de nuevos amores,
que suelen robarle calor al hogar.
se fue con sus pasos traidores, al viento,
que dejan despojos, que suelen sangrar.
La amante lo espera cual rosa marchita,
la amante se muere, de tanto esperar,
pues pasan los años y mueren los días
y nunca sus pasos, volvió a regresar…
El tiempo implacable, transforma las vidas,
cerrando las grietas, que suelen sangrar,
mas, estas heridas causadas al alma,
ya nunca en la vida, se pueden cerrar…
Hoy yace en la tierra, la amante piadosa,
la joven esposa, que el “Judas” dejó,
los niños son hombres, que velan su fosa…
y el hombre perverso… ¡Jamás regresó!...
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